Tawantin Los Guardianes del Conocimiento Sagrado

Buscando la historia de los Q´ueros

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Historia Precolombina: El origen de los Queros, los guardianes del Conocimiento

Nación Quero

Creencias religiosas y espirituales: Todo es energía

  La “nación” Quero está reconocida como un “pueblo testigo o región de refugio” del proceso cultural latinoamericano. Por diversas razones, sus habitantes han sido capaces de conservar aspectos sobresalientes de la cultura y la identidad de la civilización precolombina. Pese a que han recibido y asimilado importantes cantidades de información de occidente, por lo cual no se puede hablar de “cultura pura o incontaminada”, han conseguido mantener los rasgos estructurales propios y distintivos de la civilización a la cual pertenecieron, como lo es su peculiar estructura social, su cosmovisión y su mitología y profética mesiánica.

Para los Queros, el mundo es consciente. Todo en la naturaleza está considerado como un ente vivo y receptivo. Todo tiene espíritu: el Ser Humano, la Tierra, el Sol, la Luna, las Montañas, las Estrellas, los Animales… son sólo formas diferentes del kausay (energía viviente). Hacerse partícipe de él es una invitación a tomar conciencia del cosmos. Aprender a pedirle consejo a los Apus, espíritus de las montañas, o realizar ofrendas a la Pacha Mama, Madre Tierra, son ejemplos del único mandato que regula la vida: vivir en armonía con la ley de la Reciprocidad.

Para poder entender a fondo sus creencias es necesario dejar a un lado la mente racional y centrar el corazón en el mundo de las energías. El gran mensaje de su cosmología, la creencia más importante de los Andes con respecto a la humanidad, es la aproximación espiritual que existe entre el hombre y la naturaleza. Para los Queros, no hay mejores maestros que los espíritus de la naturaleza. Sólo a través de ellos, y gracias a su lenguaje abierto y verdadero, se toma conciencia de lo prisioneros que estamos en nuestras mentes racionales y de la falta de conocimiento del mundo de las energías.

Todo en el mundo es energía viva, sólo teniendo claro esto se puede comenzar a transitar por la senda andina, un camino en el que uno depende exclusivamente de sus propias experiencias.