Si viviéramos una vida infinita, sin pensar como vidas finitas, seríamos otro tipo de seres,
Sin Miedo al fin, Le dedicaríamos más tiempo al bien, a la belleza, al
conocimiento de sí, porque al ser eternos podríamos convertir en más belleza, nuestro alma, nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, o sea la Vida, porque no
hay fin de nada, y sabremos que ese estado
nos acompañaría, siempre,…